La cárcel: Centro de Creación

Photo: Galería de la página web de la Cárcel de Segovia

Las celdas ya no son el espacio triste que priva de la libertad en Segovia. El ayuntamiento de la ciudad decidió en 2011 transformar la cárcel de mujeres en un centro de creación y exposición que acoge proyectos artísticos de distintas disciplinas. Cada año, La Cárcel se convierte en el escenario de los proyectos ganadores del concurso “Galerías”. Distintos artistas tienen la oportunidad de transformar las celdas de la prisión para contar una historia, transmitir una reflexión o un mensaje.

 

Los artistas seleccionados se dividen en dos categorías; hay cuatro proyectos de artistas locales menores de 35 años y el resto son artistas nacionales e internacionales mayores de 35. Cada proyecto cuenta con una dotación de 600 euros para poder llevarse a cabo.

La finalidad de “Galerías” es desnudar las celdas de su carácter carcelario y dotarlo de creatividad y positivismo, al mismo tiempo muchos de los proyectos son una fuerte crítica de las injusticias y la ineficacia del sistema penitenciario.

Algunas de las exposiciones más llamativas de la última exposición de “Galerías” son Violencia subyacente de Clara Soto Heredero y Jaime Velasco Pérez y La delgada línea de la verdad de Andrés Sánchez. Ambas obras invitan a la empatía con los presos. La obra de Clara Soto y Jaime Velasco, se trata de una carta de despedida expuesta en las paredes de la celda de un antiguo preso. Una luz blanca que enciende el visitante es la que desvela las frases de la carta escritas con pintura amarilla. Al accionarse el interruptor, el público recibe el mismo impacto visual que la madre cuando abrió la correspondencia de su hijo. La delgada línea de la verdad invita a reflexionar sobre las dos emociones que dividen el mundo: el miedo y la empatía. Varios carteles exponen frases cotidianas tras las que nos protegemos y que utilizamos como zonas de confort sin darnos cuenta que nos distancian del otro.  

La Cárcel le da la vuelta a un espacio inhóspito. Invita a la sociedad a asistir a un evento anual singular que hace que el público se replantee el concepto que tenemos de las instituciones carcelarias y de las personas que las ocupan, tanto de los funcionarios como de los presos. Entre barrotes y paredes grises que se alimentan de la personalidad de sus huéspedes, se narran historias que nacen y habitan en el anonimato. En las cárceles se moldean valores y son origen del sufrimiento que se traslada a las casas de los familiares y amigos que comparten parte de las condenas sin ser culpables de ningún delito. El Centro de Creación de Segovia nos invita a repensar el concepto de justicia y a ponernos por unos momentos en el lugar de quien pierde con su libertad incluso el hábito básico de abrir y cerrar una puerta.