Conoce a…Amina Wadud

Amina Wadud (1952 -) nació en Estados Unidos y se convirtió al islam con la edad de veinte años. Profesora y erudita del islam, dedica gran parte de su vida a romper con la narrativa patriarcal ¿Que ha contaminado históricamente la religión? . Se doctoró en la Universidad de Michigan y decidió aprender árabe en la Universidad de El Cairo y en la Universidad Al- Azhar. Ha sido profesora en la International Islamic University of Malaysia y actualmente trabaja como profesora asociada de estudios islámicos en la Universidad de la Commonwealth de Virginia (VCU). 

Partiendo de una visión igualitaria e inclusiva, aborda la lectura del Corán desde una perspectiva de género como bien refleja en su libro su libro “Qurʼan and woman rereading the sacred text from a woman's perspective” (1999).   En dicha publicación, establece una serie de principios e interpretaciones del Corán y de la Sunnah, basados en el sentido ontológico del islam y en los elementos contextuales que afectaron su lectura. Otro de sus famosos libros es  “Inside the gender Jihad: women's reform in Islam” publicado en 2006. 

A continuación os presento unos puntos que resumen su teoría:

  1. La igualdad en la creación. El Corán repetidas veces incide en la idea de la creación en parejas (de hombres y mujeres). Ambos deben beneficiarse de igual manera de la justicia inherente a las leyes y políticas que se intenten establecer a partir de interpretaciones del Corán, y ambos deben ser los responsables de formular dichas políticas y leyes. Para Amina Wadud, una de las formas para cambiar las relaciones desigualitarias en muchas de las sociedades musulmanas, es incentivar la participación de las mujeres en el ámbito público para lograr una igual participación en asuntos estatales, especialmente en las reformas legales.  

  2. El Corán, además, establece la igualdad en el más allá, de tal forma que tanto hombres como mujeres recibirán la misma recompensa o castigo en función de sus actos. 

  3. La pluralidad es parte del mandato divino. La importancia de una vida humana claramente afecta a la vida de otras. Por lo tanto, debemos pensar y actuar de manera en la que nos demos cuenta de la interrelación entre la vida humana y la creación como un todo. 

  4. Los seres humanos son creados para ser agentes morales (khilafa). No hay distinciones en este punto entre hombres y mujeres en término del mandato divino. 

  5. Como agentes morales, tenemos libre albedrío para escoger entre lo que es bueno y malo. Las consecuencias de esta elección nos vinculan con Allah(swt), que es el último que nos puede juzgar. 

  6. El último criterio para emitir juicios entre seres humanos se basa en su excelencia moral o taqwa. Sin embargo, en las sociedades musulmanas actuales vemos como las mujeres son sujetos pasivos de la ley, sin ser ellas consideradas creadoras de la ley en igualdad de condiciones que los hombres. 

  7. El Islam se reveló en un contexto dominado por el patriarcado, pero también proporciona una ruta más allá de este. Es deber de los musulmanes seguir esta ruta y desafiar el patriarcado dentro de nuestras sociedades. También es nuestro deber desafiar la noción de que el Islam no tiene las herramientas para ir más allá de la cultura que prioriza los derechos de los hombres. Culturalmente no se ha tratado solo de una cuestión de género, sino de poder.

  8. La respuesta al patriarcado se encuentra en la reciprocidad. Las mujeres no tenemos la necesidad de controlar a los hombres, sino al contrario, debemos evitar repetir el modelo de represión y dominación, cambiándolo por compañerismo.. El islam nos da diversos ejemplos de la ética de la reciprocidad. 

  9. El patriarcado es una especie de “shirk” o de violación de la ley divina porque niega la igualdad entre las creaciones de Allah (swt). Este descansa en la idea de la superioridad del uno frente otro, rompiendo con la lógica del equilibrio y reciprocidad inherentes a las relaciones morales y responsabilidades de hombres y mujeres. 

  10. El tawhid (unidad) es el concepto que debe inspirar las relaciones de género. El islam entiende a Allah (sws) como el Supremo. Por lo tanto, no hay ningún ser humano que pueda ocupar su lugar. Allah (swt) es el Único que se diferencia del resto y está en una posición de poder respecto a los demás. Esto supone que si algún ser humano se posiciona por encima de otro estaría ocupando el lugar de Allah (swt). El patriarcado posiciona a los hombres por encima de las mujeres, rompiendo con esta regla. 

A pesar de su aportación enriquecedora, Amina Wadud ha sido criticada por muchas corrientes siendo acusada de romper con una de las tradiciones islámicas más asentadas: la dirección del rezo de los viernes por los imanes varones. En 1994, dirigió su primera jutba ante la mezquita de Claremont Main Road, ubicada en Ciudad del Cabo (Sudáfrica). Este acto, suscitó una gran agitación en la comunidad musulmana. Tal fue el impacto, que hubo intentos en Virginia, por parte de algunos musulmanes, de expulsarla de su cargo en la Universidad de Commonwealth. En 2005, y firme en su convicción de que el hecho de ser mujer no la invalidaba para ser líder espiritual, volvió a dirigir otro jutba ante más de 100 personas en la Catedral episcopal de San Juan el Divino en Nueva York.

Con sus detractores y admiradores, Amina Wadud no deja indiferente a nadie. Pese a las críticas, sigue dirigiendo el rezo en mezquitas como la Inclusive Mosque Iniciative, en la que rezan hombres y mujeres en una misma sala. Sigue desarrollando su labor académica dentro del estudio del islam, inspirada por los principios que según ella la guían: la justicia e igualdad.