Su historia comienza sobre la Edad de Bronce, y en el año 193 a. C  fue conquistada por los romanos dejando diversos restos de su paso como el acueducto o el circo romano. Posteriormente con las invasiones germánicas, la ciudad se convertirá con Leovigildo en capital y poco más tarde en sede eclesiástica del Reino Visigodo. 

La llegada de los musulmanes tuvo lugar en el año 711, donde después de una leve resistencia, el ejército musulmán encabezado por Táriq Ibn Ziyad  logró conquistar la ciudad y la bautizaron bajo el nombre de Tulaytula ( طليطلة ).

Toledo se convertirá en un núcleo fundamental dentro de Al-Ándalus protagonizando diversos episodios relevantes en la historia del emirato y del califato de los omeyas. Entre los años 1031 y 1085 consigue ser independiente bajo el mandato de Banu Dil-Nun.

En trescientos setenta y cuatro años es imposible no dejar huella en la ciudad, por ello a día de hoy aún podemos disfrutar de construcciones que se elevador en dicho período de esplendor de Toledo como son “La mezquita de Bab Al-Marmun” conocida también como "Iglesia del Cristo de la Luz” y “La mezquita/iglesia de El Savador”. Entre dichas construcciones nos encontramos con los baños que junto con las mezquitas son una seña de identidad de las ciudades musulmanas. En Toledo podemos encontrar los restos de los que fueron Los Baños del Cenizal o “Los Baños Islámicos de Tenerías”. También se instaló un zoco en la ciudad, actualmente es la Plaza de Zocodover, que era un lugar público donde se mezclaba el olor del té, el sonido de las monedas, las voces de los mercaderes, y los colores de las especias.

El paso de los musulmanes por la ciudad no dejó sólo construcciones sino también conocimientos como la astronomía, las matemáticas y también la gastronomía.

En cuanto a la vida social, lo que más podemos destacar fue la convivencia entre las tres culturas (cristiana, judía y musulmana) durante un largo período de tiempo tras la conquista de Toledo por Alfonso VI en 1085. Otra cosa para destacar fue la aparición de la Escuela de Traductores de Toledo que impulsó Alfonso X.  Los maestros de esta escuela eran judíos y mozárabes y la materia que impartían consistía en el conocimiento islámico: principalmente filosofía y astrología.

Volviendo a la actualidad, hemos hablado con Felipe Vidales que es Doctor en Historia Moderna, el cual nos ha transmitido la unión que tiene con la ciudad de Toledo:

“Pocas ciudades evocan sentimientos y mitos tan fuertes, y pocas poseen  tanta carga simbólica. Cristianos, musulmanes y judíos la vivieron y edificaron, y aún hoy pasear por sus calles supone perderse por la medina más grande y mejor conservada de España. Los ecos de Toledo traspasaron fronteras desde su fundación. Sherezade soñaba en las mil y una noches con Tulaytula. En Egipto y Palestina celebraban fiestas con dulces de queso y cilantro que llamaban “la toledana”.

En Sevilla y Granada edificaron palacios y jardines botánicos imitando los toledanos en los que trabajó el botánico Ibn Wafid en la corte del rey Al-Mamum. Y Colón cruzó el Atlántico gracias a los trabajos científicos que Al Zarqali y otros sabios posteriores habían desarrolado aquí. Al-Ándalus nace en el 711 con la conquista de Toledo. La historia de Al-Ándalus no se entiende sin Toledo, del mismo modo que España y Europa son imposibles de entender sin Al-Ándalus.”

Felipe se dedica  a hacer visitas guiadas por la ciudad de Toledo y tiene una página web (www.tulaytula.com/)  en la que se puede encontrar todo tipo de información útil sobre ésta ciudad.

Hace poco, Tulaytula participó en un documental  sobre Toledo que se recoge en 10 capítulos y que se ha transmitido por el canal televisivo Córdoba tv.